martes, 19 de agosto de 2008

música, mucha lluvia, poco alcohol y subida de autoestima

Se me olvidó contar de la fiesta del fin de semana. Sí como ahroa soy viejo, y además no debería tomar en estos días, ahora solo festejo una vez a le semana, ya no es el mismo show de jueves a sábado como antes. Pero bueno no quiero verme todo destruído a los 35 años.
Bueno pues resulta que mi amiga B. me invitó a una semi jotifiesta, pues más o menos la mitad de quienes irían sería gays, según vimos. Yo como llevaba ya varios días sin fiesta así que acepté felizmente. Llegué medio tarde, porque parece ser que algunos habían empezado desde temprano. Resulta que yo sí conocía a varios, de hecho por ahí había dos chicas a las que no había visto hacía más de un año.
De todas maneras, aunque conocía a varias personas, al principio no pude integrarme muy bien al desmadre, y no podía acaparar a mi amiga todo el tiempo. Será que yo no podía tomar demasiado, o que algunos ya estaban bastante avanzados, pero estuve a ahí parado como estúpido por un rato. Más tarde, cuando empezó a caer una mega tormenta y todos tuvimos que refugiarnos dentro de la casa mi suerte cambió. Me integré más en las conversaciones y empecé a ser deseado...
Un tipo medio borracho al que ya había visto anteriormente empezó a hacerme plática y a ofrecerse a prepararme tragos, y como a mí me encanta que me atiendan pues le seguí un poco el juego. Cuando empezó a ponerse más intenso y demasiado cerca, tuve que alejarme por un rato. Después al situarme en otro lado, un wey que se veía bastante obvio y feo empezó a platicarme pero con cierto tonito deseoso, así que se ríen de todas tus pendejadas y todo sonrisas, y yo así de jamás lo lograrás wey! y me cambié nuevamente de lugar.
Primero me sentí muy deseado y con mi ego por los cielos por supuesto. Pero después se me ocurrió, un momento que de plano tan gay me veo que estos tipos, sobre todo el primero, no dudaron en echárseme encima sin pensar... ya no me siento tan bien. Pero bueno, ya ahora que lo pienso no creo que haya sido tan obvio porque antes estuve platicando con una tipa por un rato y llegó su novio que andaba por otro lado a plantarse junto a nosotros con cara de emputado, o sea que sí me vio como amenaza para su noviecita, que tampoco porque aunque tenía un buen culo estaba fea, fea y extrañamente yo no andaba caliente.
Lo peor que sí había alguien que me gustó en la pinche fiesta, sólo una persona. Un wey bonito, que no se veía nada amanerado, y sí muy relajado y cool. Quiero pensar que a él también le interesé aunque fuera un poco, llegamos al mismo tiempo y me saludo muy amablemente con una de esas miradas interesantes pero no intensas y me preguntó mi nombre y me dio el suyo... bueno ahora que escribo esto me parece bastante x, parezco niña pendeja, pero en serio yo sí sentí que hubo algo. Después, por pendejo, ya no puede casi hablar con él. No fue solamente mi culpa, al principio no me atreví a acercármele porque él estaba platicando con dos weyes y yo quería agarrarlo en algún momento solo, así más tranquilo, luego conforme avanzó la noche, yo estaba ocupado siendo acosado por los otros tipos molestos y ya no lo vi, y al final, cuando ya me había decidido a plantarme junto a él aunque hubiera más gente y sacarle platica zaz que se sale con su amigo al frente de la casa a platicar o sea que no querían ser molestados supongo. Chingada, parecía que su amigo le estaba contando algún conflicto de esos existenciales pendejos que a veces tiene la gente.
Y para colmo regresó el primer tipo acosador, ahora con muchos más tragos encima por lo que ahora sí estaba ya descontrolado. Literalmente se me echó encima en la cocina y me empezó a abrazar y a tocar inapropiadamente! Debí haberle dado un putazo en ese momento, pero solo me quité sus manotas de encima y me fui corriendo a sentar junto a mi amiga. Y normalmente no soy tan mamón, pero la verdad el wey no me gustaba, tenía bastante panza y yo con eso definitivamente no puedo. Debo decir que aunque él estuviera borracho siempre sube bastante la autoestima que un wey se emocione tanto por uno.
Finalmente el alcohol se acabó, la lluvia seguía, la gente se fue y yo también me marché. Me sentí mal por no haber podido hablar con el chico cool y no tener su teléfono. Y eso que pregunté a las dos personas que yo conocía bien y ninguno supo, carajo y ahora cómo lo encuentro. En este pueblo no abundan.

No hay comentarios: